Hashem le ordena a Moshé que hable con el Faraón para que libere a Bené Israel de Egipto, anticipándole que el Faraón no lo va a escuchar y por lo tanto Él mandará muchos milagros para que Bené Israel sean redimidos de Egipto.

Moshé y Aharón se presentan ante el Faraón y le transmiten la palabra de Hashem, el Faraón no accede liberar a Bené Israel, por lo que Aharón suelta su báculo al piso y éste se convierte en una víbora, el Faraón llama a sus brujos e igualmente convierten sus báculos en víboras, el báculo de Aharón milagrosamente se come los báculos de los brujos y aún así el Faraón no accede a su pedido.

Hashem manda la primer plaga sobre Egipto, en la cual las aguas de todos los ríos se convierten en sangre, los peces de los ríos se mueren y causa un olor desagradable en todo Egipto; al no acceder el Faraón Hashem manda la segunda plaga, en la cual ranas invaden todo Egipto entrando en las casas y habitaciones de todo Egipto, causando mucho ruido; en la tercer plaga el polvo de Egipto se convierte en piojos los cuales se cobijan tanto en los hombres como en los animales, en esta plaga los brujos de Egipto aceptan que las plagas no son actos de brujería sino que es “El Dedo de Hashem”, aún así el Faraón no accede.

La cuarta plaga son animales feroces que invaden tanto la ciudad como el campo, en la quinta plaga se muere todo el ganado de los Egipcios y ni uno de Bené Israel, la sexta plaga se particulariza por un brote de lepra en los hombres y en los animales.

La última plaga que aparece en nuestra Perashá es la de un granizo muy peculiar el cual constaba de hielo y fuego, el cual ataca a todos los hombres y animales que se encontraban en el exterior, como también a muchas plantaciones, sin embargo, el Faraón no decide liberar a Bené Israel de Egipto.