Al querer tomar Yosef como esclavo a Binyamín, Yehudá está dispuesto a tomar el papel de esclavo en vez de éste, demostrando gran hermandad por parte de Yehudá, por lo que Yosef le pide a todos los sirvientes que se encontraban junto a él que salieran del recinto que se encontraban y al encontrarse a solas con sus hermanos revela su identidad diciéndoles que él es su hermano Yosef, sus hermanos se avergüenzan de él y Yosef les dice que no tiene que sentirse mal, ya que todo fue planeado por Hashem para que el llegue al poder y alimentar al mundo en los años de hambruna.

Yosef besa a sus hermanos mostrándoles cariño, les da varios regalos y les pide que traigan a su padre para que habiten en la ciudad de Goshen, Yaakov en un principio no cree en la noticia que Yosef vive, sin embargo, al ver los regalos que le mandó Yosef se reconforta su espíritu.

Yaakov se decide dirigirse a Egipto para ver a Yosef, en el camino pasa por Beer Sheba y hace Korbanot (Sacrificios) para Hashem, se le presenta Hashem en sueños diciéndole que lo va a acompañar a Egipto y que va a poder ver a Yosef.

La Torá nombra todos los descendientes de Yaakov hasta su llegada a Egipto, contabilizando setenta personas que bajaron a Egipto, Yosef al encontrase con su padre después de 22 años llora.

Se establecen los hermanos de Yosef en Goshen, le presenta al faraón a cinco hermanos y Yaakov bendice al Faraón.

Yosef alimenta a todo Egipto adquiriendo todas las pertenencias de los egipcios al Faraón, e incluso los egipcios pasaron a ser esclavos del faraón, por lo que cambia a cada uno de los egipcios de ciudad y les impone un impuesto del veinte por ciento, terminando la Perashá contando que los hermanos de Yosef habitaron en Goshen, multiplicándose mucho.