Noaj (Noé), siendo el hombre justo e íntegro de toda su generación, es elegido por Hashem para crear un arca en la cual se salvarían Noaj, su familia y todos los animales, para repoblar el mundo del diluvio que mandaría Hashem, a causa de la degradación moral de esa generación.El diluvio cae durante cuarenta días y cuarenta noches el cual cubrió toda la superficie terrestre.

Al comenzarse a secar la tierra, Noaj envía un cuervo de el arca y consecuente una paloma para saber si la tierra se había secado, sin embargo regresa sin alguna novedad, vuelve a mandar a la paloma y regresa con una rama de olivo en su pico, por tercera vez manda a la paloma y ésta no regresa.

Hashem le ordena a Noaj que desciendan todos del arca, y Noaj hace sacrificios a Hashem, y le promete Hashem a Noaj no volver a mandar un diluvio al mundo y establece el arco iris como señal de ésta promesa.

Noaj se embriaga y su hijo Jham lo deja desnudo sin preocuparse por él, sin embargo, Shem y Yafet, los otros hijos de Noaj, lo cubren con una manta cuidando de no ver la desnudez de su padre. Al despertarse Noaj se enteró lo que hizo Jham y lo maldijo que sus descendientes sean los esclavos de los demás hermanos y bendice a Shem y a Yafet.

Después de 300 años los humanos quisieron guerrear contra Hashem construyendo una torre con el propósito de llegar al cielo, Hashem cambia los idiomas a los habitantes de la tierra, con la finalidad que no se entiendan entre ellos, creándose los setenta idiomas de la antigüedad, a ésa generación de le llamó Dor Haflagá (la generación de la división) y a la torre se le llamó la torre de Babel, ya que la palabra Babel quiere decir revolver, queriendo insinuar que Hashem revolvió los idiomas en esa torre.

Termina la Perashá enumerando los descendientes de Noaj, hasta el nacimiento de Abram.